El running (correr en castellano), es un deporte muy de moda. No requiere instalaciones, necesita poca equipación y lo puedes practicar incluso sola en cualquier hueco de tu agenda.
Una cirugía de aumento de mama no debe limitar la actividad normal de ninguna paciente, se debe combinar estética y salud.
Es evidente que este deporte repercute en el pecho por múltiples factores: por el balanceo de las mamas, por los movimientos de la musculatura pectoral con el braceo, y por la frecuente pérdida de grasa que acompaña a esta práctica.
Para minimizar la interferencia con esta actividad, debemos considerar varios aspectos:
Qué implante poner: lógicamente, una prótesis de tamaño adecuado (evitando exceso de tamaño), forzará menos los tejidos, se balancearan menos con la carrera y no marcará los pliegues ni bordes.
Qué forma de implante: la prótesis redondas, no tendrán el riesgo de rotación por los movimientos de los brazos que pueden tener las prótesis anatómicas y pro último, la proyección del implante, debe ser siempre moderada porque dará más sensación de naturalidad.
Qué posición de colocación de la prótesis: en opinión del Dr. Redondo, el plano subpectoral (detrás del músculo), es más recomendable porque oculta mejor el implante y da menor índice de encapsulamiento.
La técnica debe ser muy minuciosa y trabajar el músculo, evitando la «mama dinámica», que es el desplazamiento exagerado de la prótesis al contraer el músculo pectoral.
¿Cuando volver a practicar deporte tras la operación? en nuestro protocolo, se evita realizar cualquier deporte al menos durante 1 mes, iniciando una incorporación muy progresiva a partir de ese tiempo.
Recomendaciones:
Serán aquellas medidas orientadas a minimizar el desplazamiento del pecho en la carrera. Calzado adecuado que amortigüe el apoyo, sujetador deportivo ajustado que fije las mamas al tórax, evitar rutas intensas y suelo inestable, hidratación correcta, tanto en bebida y como cremas para la piel de las mamas.
Por tanto, ¡las prótesis de mama NO deben limitar tu deporte!
